Extraordinario triunfo del esloveno Tadej en Zúrich
Triunfo con el que sorprendió atacando a más de cién kilómetros de meta y cual sostuvo en más de 50 kilómetros en solitario.
«No era el plan, no sé en qué estaba pensando»
Fue España quien abrió la carrera, anestesiada hasta entonces por Eslovenia, a unos 130 kilómetros y cinco vueltas del final. Fuerte y voluntarioso, Pablo Castrillo arrancó en Zürichbergstrasse, un empinado kilómetro que se encaraba justo después del paso por meta y se había definido como punto clave del circuito. El movimiento del jacetano fue el toque a rebato para que partiera una decena de corredores… sin representación rojigualda.
Pogačar, con un ataque fruto del «instinto» a 100 kilómetros de meta, conseguía el título mundial tras haber sostenido los 50 últimos, en solitario.